La calidad de la enseñánza
ÍNDICE
- CONTEXTO SOCIO-POLÍTICO Y ECONÓMICO EN AMERICA LANTINA
- HAY UN AGOTAMIENTO DEL DINAMISMO DE LA ESTRUCTURA TRADICIONAL ENTRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, LA SOCIEDAD Y EL GOBIERNO.
- ACERCA DEL CONCEPTO DE CALIDAD DE LA ENSEÑANZA.
- CALIDAD Y DEVALUACIÓN DE CREDENCIALES.
- CALIDAD Y SOCIALIZACIÓN POLÍTICA.
- CALIDAD Y EXCELENCIA ACADÉMICA.
- PROPUESTAS.
- CONCLUSIÓN.
- BIBLIOGRAFÍA.
I CONTEXTO SOCIO-POLÍTICO Y ECONÓMICO EN AMERICA LANTINA
Desde el punto de vista del desarrollo de la región, la década de los 80 ha sido llamada la década perdida.
Desde el punto de vista social, el decrecimiento de la actividad económica combinado con altas tasas de desempleo y de inflació significó, un incremento neto en los niveles de pobreza, un aumento ostensible del sector informal y un debilitamiento del sector público y dismininución del gasto social.
América Latina se convirtió, bajo el peso de la deuda externa, en un exportador neto de recursos financieros.
Desde el punto de vista político en la década pasada se experimentó un desplazamiento positivo desde regímenes autoritarios hacia sistemas democráticos de gobierno, habiéndose agotado de esta manera un ciclo de represión y violencia. Sin embargo, la combinación entre procesos de transición hacia la democrácia y de progresivo deterioro económico ha significado enormes presiones sobre la estabilidad de varios gobiernos latinoamericanos.
Todos han debido enfrentar la necesidad de ajustar sus economías a las nuevas condiciones económicas internas a la vez que debían absorver, bloquear o postergar las crecientes demandas de sus poblaciones.
Por otro lado, la instauración de regímenes democráticos no ha eliminado automáticamente los problemas políticos más graves de la región, consistentes en una precaria institucionalización de los conflictos sociales, la acción de grupos violentistas y terroristas y la escasa legitimidad de los gobernantes y de sus equipos y políticos.
La calidad de la enseñanza superior se puede ubicar entre el riesgo del espejismo que puede provocar el postinsdustrialismo total y el rechazo a los aspectos técnicos y sociales recuperables para un proceso de desarrollo independiente.
II- HAY UN AGOTAMIENTO DEL DINAMISMO DE LA ESTRUCTURA TRADICIONAL ENTRE EDUCACIÓN SUPERIOR, LA SOCIEDAD Y EL GOBIERNO.
a) Hay un cambio de actitud de los gobiernos frente a la educación superior. Es difícil encontrar un Ministro de educación que se exprese con entusiasmo sobre educación o pugne por un aumento o por la mantención de los recursos públicos asignada al sector.
b) Lo anterior ha llevado a un quiebre práctico del principal mecanismo tradicional de relacionamiento entre el Estado y las universidades, consistente en el manejo de una fórmula de asignaciones presupuestarias incrementales basadas en los montos del año anterior.
c) La interrupción de esa práctica ha efectuado principalmente a las Universidades públicas y producido una creciente tensión entre ellas y el gobierno.
El Estado benevolente, que era nuestra propia versión local del Estado benefactor de los países desarrollados, no sólo ha perdido su legitimidad ideológica sino, lo que es más grave, su propia base económica-política de sustentación.
Por otro lado, el renacimiento de los regímenes democráticos ha terminado con el Estado-policial en el sector de la enseñanza superior, pero sin poder prolongar la relación de patronazgo universitario de parte del Estado.
d) El retraimiento del Estado es percibido como la contracara de los procesos de expansión privada en la educación superior, los cuales pasan a ser denunciados como un movimiento deliberado de privatización del sector, que llevado a un caso extremo, como ocurrió en Chile, lleva a un Estado ausente y a una proliferación de nuevas instituciones privadas, cuya oferta de enseñanza en el mercado debe ser financiada por los propios alumnos, independientemente de la calidad y seriedad de los servicios ofrecidos.
e) La expansión de la enseñanza superior privada fue acompañada de una falta de regulación pública.
f) Esto llevó a un deterioro de la educación superior, tanto público como privado.
g) De este modo se produjo un serio cuestionamiento sobre la eficiencia de los sistemas de educación, que se vería altamente comprometida por lo expresado por las altas tasas de deserción y repitencia, y el prolongado tiempo requerido por los estudiantes para graduarse.
h) Todo esto lleva a una triple crisis de la estructura tradicional de relaciones entre la enseñanza y el Estado.
h1) Crisis del financiamiento incremental
La fórmula de asignar recursos ha empezado a desacreditarse, porque no permite generar un contexto estimulante donde las instituciones se vean compelidas a mejorar su calidad y rendimiento, a la vez que adaptarse más rápidamente a las demandas de la sociedad.
h2) Crisis por la falta de regulación
Ha entrado en crisis la estructura de relaciones entre el Estado y la educación superior debido al desbordamiento institucional. La ausencia de mecanismos de acreditación pública de las instituciones nacientes han hecho posible una proliferación de nuevos establecimientos que en algunos casos se ha perdido cualquier noción de control de calidad.
h3) Crisis causada por la falta de evaluación
La renuncia por parte del Estado a generar los mecanismos necesarios para que las mismas instituciones se vean estimuladas a evaluar su performance y se sujeten a evaluaciones externas, que durante décadas fue visto como un estado óptimo entre la la educación superior y el Estado, empieza ahora a ser percibida como incumplimiento de funciones públicas que daña tanto a las instituciones como a los gobiernos, y a las relaciones que entre ellos existen.
III- ACERCA DEL CONCEPTO DE CALIDAD DE LA ENSEÑANZA
Tedesco se va a referir en su conceptualización sobre la calidad de la enseñanza, basicamente a dos aspectos a saber:
En primer lugar, se refiere a los aspectos específicos del proceso de aprendizaje (donde calidad se mide por logros cognitivos) y a los aspectos institucionales y sistemáticos (donde la calidad se mide por logros en términos de productos sociales tales como correspondencia con el mercado de trabajo, desempeño ocupacional, etc.)
En segundo lugar, la definición de calidad es una construcción histórica, es decir, lo que se valora como cualitativamente alto o bajo cambia según los contextos históricos y los intereses sociales que se consideren.
Los enfoques vigentes en la década 1960-1970 (asociados a las teorías de la Universidad tradicional. Destacándose dos aspectos: primero, estos enfoques concebían al Estado y/o a las figuras centrales de la administración universitaria como los actores principales de las innovaciones y de los cambios. Docentes y estudiantes eran asociados al tradicionalismo, ya sea por sus características conserbadoras o revolucionarias.
Segundo, la calidad de la enseñanza era concebida a partir del grado de adecuación a los requirimientos del aprato productivo y el patrón para medir la misma esta constituído por los estandares vigentes en los países desarrollados.
Por otra parte, los enfoques modernizadores de transformación universitaria fueron cuestionados por una concepción crítica, apoyada en la teoría de la dependencia desde el punto de vista estructural y en los diversos enfoques reproductivistas desde el punto de vista especificamente educativo.
Una crítica que ve a la Universidad como un aparato ideológico del Estado, que tiene como propósito la reproducción de las relaciones de producción, es decir, las relaciones capitalistas de explotación, donde las habilidades (manuales e intelectuales) que se inculcan están recubiertas por la ideología dominante. Donde cada grupo está practicamente provisto de la ideología que conviene al rol que debe cumplir en la sociedad de clases. De este modo la educación superior va a proveer de agentes de la explotación (saber mandar y hablar a los obreros) o de profesionales de la ideología que saben tratar a las conciencias con respeto, es decir, el desprecio, en chantaje, la demagogía conveniente, etc.
Es decir, parafraseando a Pierre Bourdieu, el trabajo pedagógico tiende a reproducir las condicones sociales de producción de los principios de una abritrariedad cultural, osea, las estructuras objetivas de las que es producto, por mediación del hábito como principio generador de prácticas reporductoras de las estructuras objetivas.
En suma, el deterioro de la calidad de la enseñanza puede ser concebido como un proceso de pérdida de capacidad de cumplir funciones sociales significativas: por un lado, pérdida de significado en términos del mercado de trabajo, expresada en la creciente devaluación de las credenciales educativas, por lo cual la función de la educación superior, especificamente a partir de la década de los 80, empieza a ser enjuiciada por su rentablidad (gasta más de 5 mil millones de dolares provenientes de las arcas fiscales extenuadas) y su habilidad para proporcionar acceso a los mercados de trabajo. Por el otro lado, la pérdida de significado desde el punto de vista político a partir de la derrota de los movimientos revolucionarios y, por último, pérdida de funciones desde el conocimiento, a partir del deterioro de la calidad académica.
IV- CALIDAD Y DEVALUACIÓN DE CREDENCIALESEste fenómeno ha sido señalado en el marco del vínculo entre educación y empleo. En tal caso se sostiene que el ritmo de crecimiento de la oferta de los recursos humanos calificados a través del sistema educativo es mucho más intenso que el ritmo de generación de puestos de trabajo.
Por lo tanto, cuando se saturan los puestos de cúpula, los más educados tienden a ocupar los puestos de trabajo que siguen en la escala ocupacional, provocando un desplazamiento hacia abajo en la distribución de la fuerza de trabajo según su nivel educativo.
Por otra parte, la devaluación educativa, se explica en términos de un descenso de la calidad de los aprendizajes realizados, que obligaría a los estudiantes a permanecer más años en el sistema educativo. El autor se apoya en las siguientes evidencias para afirmar esto:
-La tendencia a distribuir el mismo caudal de contenidos en mayor cantidad de años de estudio.
-La tendencia de incorporar nuevos contenidos curriculares como producto del avance científico.
-La tendencia al descenso en los esfuerzos financieros destinados a la educación, a la vez que se produce un incremento en la matrícula de alumnos.
V- CALIDAD Y SOCIALIZACIÓN POLÍTICA
Hay una pérdida de funciones desde el punto de vista político, es decir, que hoy la juventud universitaria y el movimiento estudiantil han dejado de ser la única y principal expresión de participación juvenil.
Entre los motivos principales se puede decir que el proceso de diferenciación institucional producido en la enseñanza superior tendió a romper la homogeneidad de la categoría social de estudiante y creó condiciones donde la posibilidad de articular intereses comunes es muy difícil.
Otro motivo podría ser que actualmente el estudiante parece cada vez más un estudiante parcial (antes se era estudiante de tiempo completo) que comparte el estudio con el trabajo y con otras actividades significativas fuera de la universidad.
Por su parte, el profesor y su vinculación con la universidad lo define profesional y ocupacionalmente en forma mucho más completa que en el pasado.
También, otro motivo igualmente importante a lo antes mencionado, es el hecho de la derrota de los movimientos políticos inspñerados en el activismo estudiantil. Como así también se ha producido una complejización creciente de la estructura social y de las formas de participación política en donde, por un lado, los estudiantes, ya no pueden aspirar, como en el pasado, a ejercer el liderazgo político en la sociedad, sin competidores. Por el otro, se han consolidado estructuras participativas que ejercen con más especificidad que el movimiento estudiantil el rol canalizar intereses sociales.
VI- CALIDAD Y EXCELENCIA ACADÉMICA
Es en la excelencia académica donde se ha popularizado más la imagen del deterioro de la enseñanza superior, tanto público como privado.
Varias son las razones de este fenómeno, entre ellos se puede mencionar los siguientes:
-El descenso de la calidad ha sido asociado con la masificación del ingreso y a las bajas barreras selectivas de los sistemas.
Brunner nos dice que hasta los años 70 las instituciones universitarias casi triplican su número y los alumnos aumentan en un 29%. Durante ésta década la matrícula aumenta en un 300%.
Por primera vez, la mayoría de los estudiantes proviene de familias que carecen ellas mismas de formación superior.
Se fundan nuevas universidades y proliferan nuevos establecimientos de enseñanza superior no universitarias.
En la década de los años 80 la expansión de la educación superior se desacelera pero desaparece. Los alumnos siguen aumentando, pero ahora una proporción de ellos estudia en establecimientos que no reciben apoyo del Estado.
Una cuota significativa de la matrícula regional se halla colocada en los cientos de establecimientos no univesitarios de enseñanza superior.
Sin embargo esto llevó a preguntarse sobre la equidad con la que opera el sistema. Es decir que, si bien la sola masificación del acceso a la educación superior ha significado un incremento de oportunidades que ha favorecido particularmente a las mujeres, a los jóvenes que viven fuera de la capital e incluso a una capa de los sectores populares, los más altos, del subsidio que importa la educación gratuita.
Este es un hecho que afectó fundamentalmente a la universidad pública, que por otra parte tuvo que soportar las mayores restricciones presupuestarias.
-Por el lado de los docentes, dicha expansión, obligó al reclutamiento acelerado de profesores que no poseían ni la formación académica ni la formación pedagógica adecuada.
-La disociación entre docente y ejercicio profesional, es decir, profesores que preparan para el ejercicio en profesiones y actividades que nunca han ejercido.
El trabajo docente constituye cada vez más el principal empleo de los egresados universitarios.
-La disociación entre investigación y docencia: se está extendiendo cada vez más la figura de un docente que sólo es docente, osea, que no investiga.
-La creación de los posgrados, en especial en aquellas instituciones donde los recursos humanos y el nivel de calidad de los estudios de grado no están lo suficientemente consolidados, donde ésta innovación absorve los mejores recursos y posterga la realización de actividades que, normalmente, podrían efectuarse al nivel de las carreras de grado.
El nivel de posgrado, en la década de los 80, inscribe anualmente a cerca de 100 mil estudiantes, y los egresados de pregrado supera el medio millón cada año.
La educación superior se termina transformando en una empresa masiva.
Por otra parte, los académicos dedicados a la investigación y los recursos de posgrado se revelan frente a la enseñanza de pregrado a la que consideran afectada de una irremediable mediocridad.
VII - PROPUESTAS
Habiéndose agotado la estructura de relación tradicional entre la sociedad, educación superior y el Estado, sólo cabe un cambio radical, que conduce a un nuevo contrato social entre las partes.
Un modelo propuesto es el llamado Estado-evaluativo. Es decir, un Estado que parte por reconocer la autonomía y diversidad de las instituciones de enseñanza superior y el carácter de bien público de los servicios que ellas ofrecen, y que por lo tanto contribuye y la autoevaluación de las acciones y de los resultado obtenidos por las universidades y de orientarlas desde la distancia.
Por lo tanto este modelo implica que:
-El Estado debe mantener e incluso aumentar el gasto en la enseñanza superior, pero ya no debe hacerlo a ciegas, sino entorno a metas pactadas, a contratos institucionales de trabajo y a la evaluación de resultados. No podrá justificarse el gasto público en educación si no hay mayor responsabilidad institucional.
-Las universidades deberán volverse más emprendedoras, es decir, que ya no podrán sostenerse más exclusivamente cargadas al presupuesto fiscal.
-Se deberá realizar incentivos selectivos, de modo que obligue a las univesidades a abrirse a su entorno y a buscar fuentes alternativas de recursos.
-El Estado debe tener un rol más activo en el plano de la evaluación de la educación superior.
La evaluación tiene objetivos, entre ellos, demostrar efectividad, proveer seguridad al público que se cumple con un mínimo de calidad, proporcionar criterios para la asignación de recursos, incentivar el mejoramiento de una institución, etc.
-Deben promoverse formas voluntarias de autoevaluación por parte de las propias instituciones que vayan acompañadas por procedimientos de evaluación externa.
-Deberá crearse una mayor capacidad de acreditación pública de las nuevas instituciones que se formen. La acreditación cumple la función de asegurar a la sociedad y a la comunidad intelectual, que los nuevos establecimientos o programas que se crean, cumplen con los estándares fijados según el juicio experto de los pares y por lo tanto, pueden ser autorizados por la autoridad pública competente.
-Hay que garantizar una homogeneizarción básica a partir de un nivel mínimo legítimo de calidad y favorecer la diferenciación en virtud del reconocimiento de diversas formas de excelencia académica.
-Debe haber un fuerte apoyo estatal a las instituciones más precarias, que son las que reciben a los sectores masivos de estudiantes.
-Elevar el reconocimiento social de las modalidades educativas predominantemente manuales.
-La autorregulación de los sistemas de educación superior constituye la base para un adecuado funcionamiento. Para esto, los establecimientos deben contar con una amplia capacidad iniciativa, estar dotados de un modelo de gobierno interno que permita arrebar a desiciones de un modo eficientemente y estaar en condiciones de adaptarse a las cambiantes demandas del entorno.
-Deberá surgir una renovada capacidad del Estado para orientar el sistema educativo superior desde la distancia, sin interferir pesada y burocraticamente en sus procesos internos y en sus movimientos de adaptación al medio. El Estado-evaluativo ofrece la oportunidad de una conducción y coordinación de la educación superior que se realiza a distancia, mediante acciones de monitoreo de su desarrollo, del uso de incentivos finacieros, etc.
VIII - CONCLUSIÓN
En todo lo expuesto, los diversos autores proponen un papel más activo del Estado. Pero, ¿Qué es un Estado? ¿Se referirán a una conceptualización tradicional de Estado? Y si es así, estará en contradicción con este Estado de hoy (en realidad me pregunto si este Estado contemporáneo deberá ponerse con mayúscula o con minúscula) que busca achicarse todo lo posible, cuando busca desprenderse de toda obligación, cuando todo pretende dejarlo expuesto a las leyes del mercado.
Sin embargo podríamos definir al Estado, como diría Gramsci, como todo el complejo de actividades prácticas y teóricas con los cuales la clase dirigente no sólo justifica y mantiene su dominio sino también logra obtener el consenso activo de los gobernadores.
La hegemonía se condensa cuando logra crear un hombre colectivo, un conformismo social que adecúe la moralidad de las masas a las necesidades del aparato económico de producción y, por ende, elabore nuevos tipos de individuos. El objetivo, para cada sociedad, es lograr que el individuo se incorpore al modelo colectivo.
La crisis de la educación superior es producto de que este lazo orgánico se quebrado, es decir, los aparatos hegemónico se han agrietado. Por lo tanto, la clase dominante ha perdido el consenso, etonces, no es más de la pura fuerza coercitiva. Se abren así las posibilidades para una confrontación entre dos conformismos, es decir, para una lucha de hegemonías.
Si pensamos en Paulo Freire, en su libro Pedagogía del Oprimido ¿No podemos ver a la educación superior como parte de ese sector de la población que está oprimido? Siendo oprimido, falto de libertad, no sólo por la clase dominante, sino que también por otros sectores oprimidos.
Por lo tanto, siguiendo a Freire, la libertad, que es una conquista y no una donación, exige una búsqueda permanente. Exige una lucha que no justifica sólo por el hecho de que pasen a tener libertad (y ahora referido específicamente a la Facultad de Ciencias Sociales de la U.N.L.Z.) para venir a clase, elegir materias, acceder al conocimiento, etc. (Freire diría, libertad para comer), sino libertad para crear y construir, para admirar y aventurarse. Libertad para elegir a tus profesores mediante el concurso docente, participar en la confección de los planes de estudio, participar en el control de gastos de la facultad, etc. En definitiva, libertad para participar en la búsqueda de una facultad que se adecue a las necesidades de sus integrantes y de la sociedad toda.
BIBLIOGRAFÍA
*ALTHUSSER, L: Ideología y Aparatos ideológicos del Estado (1984) Nueva visión, Bs.As.
*GUTIÉRREZ, A.B.: Pierre Bourdieu "Las prácticas sociales"
*TEDESCO, J.: "El desafío educativo:Calidad y democracia"
*BRUNNER, J.: "Políticas comparadas de Educación superior en América Latina". "Educación en América Latina: cambios y desafíos.
*PONTANTIERO, J.C.:"La hegemonía como relación educativa"
*FREIRE,P.: "Pedagogía del oprimido" Pp. 37 a 72 Cap.II